
La atrofia multisistémica (AMS) es un trastorno neurodegenerativo, que afecta a múltiples sistemas del cuerpo, poco común y de rápida progresión, causado por la degeneración o atrofia de las células nerviosas en varias áreas del cerebro.
Se trata de una sinucleinopatía que se caracteriza por la presencia de agregados anómalos de alfa sinucleína – α-syn – intraneuronales. Algunas investigaciones sugieren que en la AMS puede haber acumulaciones excesivas de esta proteína.
En la actualidad, no existe cura para la AMS, ni terapia para frenarla y muy pocos tratamientos para controlar sus efectos invalidantes.
Existen dos tipos de AMS, en función de los síntomas:
Tipo Parkinsoniano:
Es el tipo más común, con síntomas similares a la enfermedad de Parkinson. Se caracteriza porque los enfermos tienen, al menos, alguno de estos síntomas:
⦁ Rigidez muscular
⦁ Lentitud en el movimiento (bradicinesia)
⦁ Temblores
⦁ Disfonía (dificultad para hablar en voz alta)
⦁ Problemas de postura y equilibrio
⦁ Cara poco expresiva
Tipo Cerebelosa:
Es menos corriente, hace que ciertas zonas profundas del cerebro, justo por encima de la médula espinal, se encojan. Se caracteriza porque los enfermos diagnosticados con esta tipología tienen, al menos, alguno de estos síntomas:
⦁ Problemas de coordinación muscular (ataxia)
⦁ Marcha inestable y pérdida de equilibrio
⦁ Disartria (balbuceos, habla arrastrada, lenta o en voz baja)
⦁ Dificultad para tragar (disfagia)
⦁ Alteraciones visuales (visión doble o borrosa, dificultad para enfocar)